Palmira, Colombia, fue el escenario vibrante que acogió el reciente encuentro “Juventud Rural, Futuro Sostenible”, un evento trascendental que ha dejado una huella profunda en la conciencia de los jóvenes participantes de toda América Latina y el Caribe. Organizado por la Red de Jóvenes Profesionales por el Desarrollo Agrícola (YPARD), en colaboración con prestigiosas instituciones como la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ), la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), este encuentro reunió a jóvenes de Colombia, México, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Brasil, Perú, Ecuador y Chile.
El objetivo fundamental del I Encuentro Latinoamericano de Juventudes Rurales fue claro: intercambiar conocimientos, fomentar el diálogo y el apoyo mutuo, y construir una comunidad en torno a temas de crucial importancia para el desarrollo rural.
Durante dos días intensos, los participantes exploraron temas clave como liderazgo, emprendimiento, cambio climático, biodiversidad, extensión rural, acceso a tierra, empleos verdes, agroecología, incidencia y participación.
La ceremonia de apertura, presidida por Roberto Simoncelli de la Agencia de Cooperación Italiana (AICS) coordinador general del proyecto ‘’Juventudes: el campo en Movimiento’’, Vania Olmos Cooperación Alemana para el Desarrollo México, Luz Adriana Muñoz de la Alianza Bioversity and CIAT, y Sebastián Pedraza, Representante de YPARD para América Latina y el Caribe, marcó el inicio de un intercambio fructífero de ideas y experiencias.
El punto culminante del encuentro fue la formulación de un manifiesto que articula las demandas, prioridades y acciones de la juventud rural. Este documento, gestado a partir de las voces y aspiraciones de los jóvenes presentes, se erige como un llamado enérgico a los gobiernos y tomadores de decisiones, instándolos a considerar las necesidades y perspectivas de la juventud en la formulación de políticas públicas y programas en áreas rurales.
Además, el evento marcó la creación de una coalición por la Juventud Rural, un paso crucial hacia una colaboración más estrecha y un intercambio continuo de experiencias y conocimientos. Esta coalición busca no solo mantener el impulso generado durante el evento, sino también garantizar el seguimiento y la implementación de los compromisos adquiridos.
Los dos días del encuentro estuvieron repletos de discusiones enriquecedoras, talleres interactivos y paneles inspiradores. La participación de 28 miembros de delegaciones institucionales contribuyó a enriquecer la conversación y las sesiones de capacitación, proporcionando una perspectiva más amplia y completa.
Mirando hacia el futuro, este encuentro ha consolidado la red de jóvenes profesionales y activistas en el ámbito del desarrollo rural. Ha generado expectativas sobre cómo este colectivo enérgico y apasionado puede influir en las políticas y programas futuros, promoviendo un desarrollo rural más sostenible e inclusivo en la región.
Con la validación del manifiesto por la juventud, en el que las y los jóvenes exclamaron: “Somos los hijos de la guerra, seremos los padres de la paz, con justicia ambiental”, y con una sesión de compromisos y conclusiones, se dio por terminado este evento en el que se fortalecieron sus capacidades en temas clave para el desarrollo sostenible, reafirmando que las y los jóvenes no son solo el futuro, sino el presente de una producción y un campo con justicia medioambiental.