Proteger el agua y los páramos de Colombia: un compromiso del Programa DRET II


Por: Francesca Fichera 

Los páramos son ecosistemas que acogen y conservan agua. En estas tierras altas y frías se encuentra el origen de los ríos y fuentes hídricas que garantizan la presencia de los bosques y la posibilidad de la producción agropecuaria en las zonas más bajas.

En los páramos de Colombia se encuentra una gran biodiversidad de plantas y animales especializados que dependen del agua y de los suelos de este ecosistema de alta montaña para sobrevivir. El país cuenta con el complejo de páramos más grande del mundo, el de Cruz Verde – Sumapaz, que se extiende en la Cordillera Oriental de Colombia, al sur de Bogotá, entre los departamentos de Cundinamarca, Meta y Huila, con una superficie total de más de 315 mil hectáreas.

En este extraordinario lugar, el programa de Desarrollo Rural con Enfoque Territorial (DRET II) de la Unión Europea, la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) y la FAO desarrollaron un proyecto piloto para implementar el esquema de Pago por Servicios Ambientales para conservar el agua y garantizar su regulación y calidad. Esta es una de las modalidades adoptadas por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia para incentivar a las comunidades campesinas propietarias de predios ubicados en cuencas hidrográficas “por las acciones de preservación y restauración en áreas y ecosistemas estratégicos, mediante la celebración de acuerdos voluntarios entre los interesados y beneficiarios de los servicios ambientales”.

Los resultados del proyecto han sido importantes, pues han generado el insumo necesario para que estos esquemas sean presentados ante las autoridades ambientales y las entidades públicas encargadas de la transformación de estos esquemas en beneficios para el medio ambiente y la calidad de vida.

Para difundir los resultados, aprendizajes y hallazgos del piloto, el programa DRET II y su socio implementador del proyecto, AGUASISO, organizaron una jornada de socialización con presencia de la Secretaría de Agricultura de la Alcaldía de Sibaté (Cundinamarca) y la CAR; además de un intercambio de experiencias con otros proyectos del DRET II. Uno de estos, desarrollado junto a la Fundación Ecológica FEDENA, busca implementar un esquema de PSA similar en el páramo de El Duende, en la cuenca abastecedora del río Riofrío, en el Valle del Cauca.

Este encuentro fue enriquecedor pues a partir del intercambio de experiencias se identificaron retos y oportunidades, así como similitudes en el camino hacia la consolidación del esquema. “Al ser organizaciones de base comunitaria nos enfrentamos a muchas similitudes en el territorio para conformar una idea como la de PSA, desde lo político y lo ambiental. Nos llevamos muy buenas ideas para incorporar y así mejorar nuestro proyecto y acortar camino”, afirmó Jonathan Granobles, coordinador biológico de FEDENA.

Desde la Secretaría de Agricultura del municipio de Sibaté, la Jefe Ambiental Andrea Acuña, destacó la importancia de que programas como el DRET II apoyen estas iniciativas, pues “tiene un componente social, ambiental, político, en todas las esferas, en un contexto que se puede replicar” y agregó que “desde la Alcaldía Municipal es importante visibilizar estos proyectos con el fin de generar estrategias como la presentación de proyectos para consecución de recursos y regalías ante el Ministerio de Ambiente, y utilizar las estrategias que tiene la administración municipal para poder concretar estas estrategias en pro del medio ambiente y también del bienestar los campesinos de la región”.

Otro logro significativo del programa DRET II a estos incentivos por servicios ecosistémicos empezó en el año 2021, con el proyecto de PSA y Reactivación Económica Sostenible y Ambiental (RESA) desarrollado con la Fundación Sacha Llaqta y el Consejo Comunitario Bajo Mira y Frontera en Tumaco, Nariño. Hoy en día, gracias al avance y a la estructuración conseguida durante el piloto, el Ministerio de Ambiente anunció la financiación del proyecto a través del mecanismo de obras por impuestos, beneficiando 1.000 hectáreas en preservación y 300 en restauración pasiva y a más de 2.300 familias del territorio.

Te invitamos a ver este video resumen sobre la relevancia y conclusiones del intercambio: