Para Luisa Fernanda y Fabiola, mujeres campesinas del departamento del Valle del Cauca, hacer parte de asociaciones productivas que reconocen la importancia del ahorro y los fondos autogestionados, les ha permitido mirar al futuro con más optimismo y confianza
El proyecto piloto “Creando Nuestros fondos autogestionados”, perteneciente a las Rutas Territoriales del Programa DRET II de AICS, Unión Europea y FAO Colombia, cerró el año con más de 150 beneficiarios, en su mayoría mujeres campesinas que hacen parte de asociaciones del norte del Valle del Cauca.
Entre estas asociaciones resaltan ASOMUCAVA y Corposanisidro.
ASOMUCAVA – Asociación de Mujeres Caficultoras, Agrícolas y Pecuarias del Valle del Cauca – está compuesta por mujeres campesinas productoras de café, cacao y caña y criadoras de gallinas y pollos. Mujeres “berracas y echadas para adelante”, como se dice en el argot popular de esta zona de Colombia.
Luisa Fernanda Fajardo es una de las lideresas de esta asociación. Ella y sus once compañeras participaron en el proyecto piloto, el cual reconocen que les ha servido para reforzar los vínculos entre las asociadas: “Gracias al proyecto de Fondos Autogestionados nos sentimos más como una familia. Nos enseñaron las ventajas del ahorro pues cada 15 días nos reuníamos a aportar a la caja común y en este proceso involucramos también a nuestras familias”. De hecho, una de las acciones del proyecto fue entregarle a cada asociación un “kit de ahorro”, compuesto por una caja fuerte y unos estatutos para el fondo social, con lineamientos guía y protocolos de uso. Para los representantes del Ministerio de Agricultura involucrados en el proyecto, esta práctica fue una de las más relevantes, pues de esta manera se sensibiliza a los asociados y se genera la confianza necesaria para que los fondos sean sostenibles a futuro.
Gracias a la información y capacitación recibida en el proyecto, las mujeres de ASOMUCAVA podrán reforzar su negocio ubicado en el centro de Roldanillo (Valle del Cauca), donde venden café, mermeladas y postres.
Corposanisidro está conformada por mujeres trabajadoras de la vereda de San Isidro en el municipio de Bolívar. Fabiola Pulido, una de las asociadas, destacó la capacitación y el acompañamiento institucional ofrecido desde el proyecto, el cual les dio una perspectiva más amplia sobre lo que pueden lograr a través del ahorro: “En el campo la mayoría de las mujeres no sabemos para qué sirve el ahorro o cómo nos puede ayudar a crecer nuestros negocios. Nos han enseñado a proyectarnos a futuro, a tener una planificación productiva para salir adelante”.
Este tipo de fondos sociales adquieren una importancia mayor en contextos como el de esta vereda, en donde los pequeños productores deben enfrentarse a grandes corporaciones y al detrimento del medio ambiente generado por los monocultivos y el monopolio de las semillas. “Este fondo nos permitirá tener un colchón en momentos de necesidad de la comunidad”, concluye.
Reunión de cierre de proyecto en la vereda San Isidro, en donde mujeres como Fabiola recibieron conocimiento y capacitación en temas financiero, de ahorros y asociatividad.
Entrevista a Fabiola Pulido, beneficiaria DRET II